Quién Soy

Bigote pequeño, llevaba cinco años muerto.
Yo estaba naciendo.
A bigote grande, cinco años le quedaban.
Mientras iba pasando la posguerra,
se fueron durmiendo, las palabras que no conocí.
Ahora lo nuevo es lo olvidado
que va viniendo, como una sombra sobre mi sombra.
Mientras tanto,
puedo elegir la ropa del lunes,
olvidar el calor del martes,
el miércoles dormir la siesta,
preparar un gazpacho el jueves.
Bajo la luz de lluvia del viernes,
puedo sortear el sábado,
para llegar al domingo.
Huir en ese tiempo de silencio
entre ahora o más tarde,
entre hacerlo o dejarlo.
Cosas que hacía de viejo
pero mi futuro ya pasó.

Relatos que acompañaron una pandemia