“Tú no eres la Suzanne de Leonard Cohen, ni vives al otro lado del rio, ni ofreces té y naranjas traídas de China.
Tú eres Susana, la diosa que conjura a la luna. La amiga leal que vive al otro lado del bosque, donde se ocultan los jabalíes a los que ladro.
En tu mirada reflejas la luna que invocas y cuando llega su eclipse, muestras el semblante con nubes y velos. Solo entonces, riegas con ceniza las flores de tu memoria.”