Al dictado del viento sabrás que es un nuevo día por las caricias del alba en tu rostro. Sobresaltado por el intenso aroma de la brisa, tienes como aliada la luz y sabes poco de sus intenciones.
No le permitas alterar nada en el jardín de la casa cerrada con rejas de lluvia, mientras persista la fragancia de las flores y el rugoso tacto de los limones que flotan en el estanque,
Ignoras cómo la luz blanca se desintegra en el color de las flores y perfuma la mañana. Mientras caen níveos pétalos de la espinera y el guindal, sobre las piedras del muro. Alrededor de la pérgola, se desvanece el violeta de la glicinia con el amarillo del brezal.
Buscas otros olores más allá del sol, en el misterio de la luz azulada, que atraviesa la larga noche austral hasta el IceCUbe – cubo de hielo sensorial – multiplicador de luz dentro del frío. Trae noticias de galaxias sin flores. Imágenes electrónicas de ignorados colores sin aroma.
Huyes. Atraviesas los barrotes de agua. Ha caído mucha sobre las conchas de los caracoles, que vacías crujen bajo tus desnudos pies. Hedor de la tierra y regusto de tus lágrimas, la memoria de una trinchera; sepulcro de corazas derrotadas.
Entre el cielo y el agua, como espejos enfrentados en ese estanque, la nada. Donde también te ves. Quizá los peces, bajo la superficie, sabrán predecir claros o nubes durante la desigual batalla.
Viajas como muñeco inerme en un bucle de eterno retorno. Afligido por haber perdido el lugar donde se guarecieron otros. Has perdido tus vividas arrugas, y el dulce sabor de otras salivas, cubres tu rastro con cérea máscara de perfilada perilla.
Absurda careta que te conserva atrapado en el tiempo, insensible a las carantoñas de la brisa. Sin identidad te diluyes cuando llegas a la plaza. Allí, tras una luz que multiplica tu faz, te reconoces en una muchedumbre que grita sin voz: ¡Somos Anónimos!
Al final de la tarde, con tus manos azules, quítate el disfraz y deja que la brisa refresque tu frente. Levanta la mirada. Busca el tacto del vientre de las nubes y recoge su lluvia. En la casa desaparecerán las rejas, regresa a su jardÍn y riégalo.
Y cuando luz blanca, se desintegre en el color de las flores. Tú, otra vez, la extraviarás entre aromas recientes. Pero esa pregunta – volverá – vuelves a escucharla como si el viento la estuviese pronunciando. ¿Has conocido el aroma de la luz?
© Texto y foto de Arturo Joaquín
Me gusta, you can. Adelante
Thanks for you words !!
Me gustan algunos de los giros en el lenguaje.
He perdido el hilo, noestoy seguro si lo he cogido antes…yo ,lo desconstruiria y algo mas corto, para hacerlo mas contundente… bueno es un decir.
Tengo una versión anterior donde la narración gira alrededor de un personaje y resulta más clara.
Pero como ejercicio decidí arriesgarme con la segunda persona del singular y trabajar aspectos sensoriales. Asuntos siempre problemáticos.
Y claro el resultado es demasiado abstracto. Veremos como envejece para con oficio ir puliéndolo.
Mientras tanto, toca leer … por ejemplo "Bajo el sol jaguar" de Italo Calvino.
¡Qué bien te explicas, «maestro»!
Don Joaquín, solo soy un modesto "discípulo" suyo …
Expresión onírica, lírica y veraz; es una caricia exuberante repleta de cálidas pero sobrias verdades.
Francisco F. Micol
Este texto es un viaje poético, casi místico, que explora la percepción, la identidad y la naturaleza de la luz y el aroma como símbolos de conexión con el mundo y con uno mismo. La voz narrativa nos lleva desde la experiencia sensorial de un jardín, donde el olor de las flores y el tacto de la brisa marcan el inicio de un nuevo día, hasta un espacio abstracto en el que el protagonista se enfrenta a la pérdida, a la despersonalización y, finalmente, a la redención.
La naturaleza como guía y refugio
Desde las primeras líneas, la luz y el viento se presentan como aliados misteriosos que acarician y despiertan al hablante, invitándolo a vivir el día de una manera casi ritual. Este jardín, encerrado por “rejas de lluvia”, se convierte en un refugio donde las flores, el agua y la luz dialogan y crean un espacio cerrado, pero lleno de vida. La imagen del estanque y el colorido de las glicinias y el brezal sugieren una belleza tranquila y fugaz. Aquí, el personaje parece intentar preservar esta armonía, consciente de que cualquier perturbación podría romper el encanto de su mundo interior.
La luz como puente entre lo cotidiano y lo cósmico
La alusión al “IceCube – cubo de hielo sensorial” conecta la experiencia íntima de la naturaleza con un universo más vasto y lejano, evocando las galaxias y colores “sin aroma”, desconocidos y ajenos a nuestra percepción. La luz aquí no solo ilumina, sino que transporta mensajes de realidades distantes y etéreas, ajenas a la fragancia de las flores o a los colores familiares de la tierra. Este fragmento sugiere una dualidad entre lo que es inmediato y sensorial, y lo que es abstracto y científico, entre la realidad cercana y un universo insondable.
La despersonalización y el anonimato
La huida a través de los “barrotes de agua” marca una transición hacia la pérdida de identidad, representada por la máscara y la idea de ser “anónimo” en una multitud. El protagonista ha perdido las señales de su vida pasada, “las vividas arrugas” y “el dulce sabor de otras salivas”, y cubre su rostro con una máscara que lo desvincula de sí mismo. La multitud sin voz y el grito silencioso de “¡Somos Anónimos!” reflejan una alienación profunda, como si el protagonista hubiera dejado atrás su esencia, sus recuerdos y su individualidad.
Redención y retorno al origen
Hacia el final, el texto ofrece una posibilidad de redención. La invitación a quitarse el disfraz y a dejar que la brisa refresque su frente sugiere un regreso a la autenticidad, a la naturaleza y al “jardín” del inicio. Al levantar la mirada hacia las nubes y recoger la lluvia, el protagonista parece dispuesto a recuperar esa conexión perdida con el mundo. La desaparición de las “rejas” de la casa simboliza el fin de las barreras entre él y su entorno, permitiéndole regresar al jardín para cuidarlo y preservarlo.
La pregunta final: el misterio del aroma de la luz
La pregunta “¿Has conocido el aroma de la luz?” resuena como un enigma que cierra el texto. En ella se sintetizan las sensaciones, la búsqueda y el deseo de entender lo intangible. La “luz” en el poema es tanto física como espiritual, simbolizando conocimiento, trascendencia y percepción. Preguntarse por el “aroma” de algo tan intangible como la luz es un intento de unir lo material con lo inmaterial, de encontrar una esencia en lo inasible. Este cuestionamiento deja al protagonista, y al lector, en un estado de contemplación y misterio.
Conclusión
Este poema navega entre lo concreto y lo abstracto, entre lo natural y lo cósmico, explorando el paso del tiempo y la pérdida de identidad en un mundo cada vez más desconectado de sus raíces. La tensión entre el deseo de conservar la belleza y la inevitabilidad de la transformación es constante, y el acto de “sonllorar” ante esta paradoja resulta inevitable. Al final, sin embargo, el retorno al jardín y el cuidado del entorno se erigen como un acto de resistencia y de redescubrimiento, una reafirmación de la identidad en medio de la vastedad de lo desconocido.
Me ha causado estupor la utilización del término “sonllorar” por parte de la IA, pues lo había usado yo, pensaba de inéditamente, en otro texto para definir una emoción entre sonreír y llorar.
Bienvenido desde Facebook !!
Un retorno oportuno a la magia expuesta por la Generación del 27. Poesía sin caireles, tácita, libre, recordando a Gerardo Diego en su «Manual de espumas.» El trasfondo abraza la filosofía de la meditación y una contemplativa serenidad milagrosa.
sensacional, adoré los aspectos sensoriales, sin duda alguna un entendido en el tema…mis felicitaciones.
Espero que continúes leyendo otros escritos de este blog.
Ojalá también sean de tu agrado …
Me hizo recordar cuando intenté escribir poesia. Mientras leia, imaginaba que estaba allí tratando de sentir todas esas imagenes. Esta muy bien, si quieres que se grabe en la mente del lector, agregale ganchos recordables, como: estrellas negras, una chica que se pierde en el arcoiris, la valentía que se dbe tener para regalar una flor a una mujer, el celular que supera a las cartas. En fin, si eres hombre es bueno escribir para atraer a mujeres y hombres, un lenguaje abstracto mantiene tu texto en una elite, la poesia, la literatura tiene que ir a la calle del rico, y a la calle del pobre, al que sabe de literatura, y al que no esta acostumbrado a la literatura.
Hacia tiempo que no leia algo así, es muy bonito, pero muy abstracto.
Ya no escribo mas poesia, ahora me dedico a escribir satira.
Hola Dieter Perdomo, se que eres conocido como Virus, Revelado Rebelado, El Chacal de la Trompeta, Mickey Mouse y Chucky. Tienes múltiples personalidades, eres medio esquizofrénico y te las tiras de embaucador. Supuestamente conozco a Xluis y sostuve una charla con él. Único dato fiable para sostener tu existencia fuera de la red.
En realidad, eres más conocido dentro de la red. Al margen de ella,un cero a la izquierda.
Con panfletonegro conseguiste un espacio para hacer experimentos y darle aire a tu second life.
Por Facebook, ya pleiteaste con John Manuel Silva, Sergio Monsalve y Daniel Pratt. Los pusiste a pelear entre ellos y conseguiste desenmascarlos como personas. Los tres cayeron en tu juego y perdieron. Son tipos ególatras, nunca responden a los mensajes, se creen la última Pepsi Cola del desierto.
En general, te gusta provocar, ser guapo de teclado, difamador enmascarado. Perteneces al lado oscuro de la web.
Según los chismosos, trabajas en una página de internet de la competencia, condenada al fracaso. En vista de la ausencia de feed back, te infiltraste en la página del enemigo, para destruirla desde adentro, mientras aprovechas para publicar y llevar agua para tu molino. Operas bajo la comodidad de la sombra.
¿Te creíste todo lo anterior?
Quizá desconoces que mi misión es generar ruido en panfletonegro, desmoralizar a sus integrantes y obligarlos a fijar posición en torno a mis ideas de contrabando.
De cualquier manera ¡Bienvenido!
Da un poco de miedo
¡ Déjate llevar !
Algunos del 27 encontraron ese aroma. Yo lo busco.
A mi m'hi falta una olor. Tanco els ulls i vec un llit amb llençols blancs, desfet i jo sola, amb un balco obert per on entre la teva poesia i la olor que hi falta…. despres d'una nit romantica, de sexe i plaer a punta pala….
Montserrat
Graduaràs la llum
i tu seuràs a l'ombra.
Si obres o bé ajustes porticons,
si corres una mica les cortines.
Potser també encenent algun dels llums
en un racó perdut. Si ho fas amb cura
podràs aconseguir de formar part
de la penombra i rebre les visites.
Però si hi ha un bell rostre entre els qui vénen
i tots en són de bells els que tu estimes –
obriràs les finestres
perquè la cambra s'ompli de la música
que fa la llum en colpejar el silenci.
L´ombra de l´altre mar – Joan Margarit
Gràcies.
Ets un romàntic i ens fas sentir tant bé!!!!!
Un petó!
El Aroma de Luz es una bella sinestesia que ha construido Arturo para nosotros. Muchas gracias.
Gracias Carmen.
Espero ser capaz de construir alguna más.
Dijo Germán Ocio en octubre del 2013:
Fíjate lo que me cuesta ponerme con tu texto aromas de luz el primero y de momento el único que leí….. Imposible hacerlo antes aunque te psrezca mentira… Reconozco que tuve que digerir sus impactos en dos lecturas para entrever sus entresijos y poder entrar en el.Un desarrollo del ritmo totalmente cuidado conseguido y sobre todo no supeditado ni sacrificado al desarrollo de las sensaciones….
. y contactar con sus múltiples y diversificadas abstracciones llenas de concreciones reales como la vida misma…..Se me ocurren palabras como brillante ..denso …..como punto de partida a esta lectura doble rápida. Me reemplazo como mínimo a volver a releerlo para reposarlo con más tranquilidad Un abrazo.
me gusto mucho la imagenes descriptas en tu texto, muy bello
“Aroma de luz” tiene 690 entradas, antes del 2 de diciembre de 2022