¿Que son los polisacaridos? Estaba de pie ante el profesor sentado. El acto se llamaba tomar la lección. No le contesté a bote pronto, hice un pausa y repetí “ los polisacaridos son …” despacio y esperando alguna palabra de ayuda, un chivatazo murmurado desde los pupitres de las primeras filas. No llegó nada. El profesor con voz engolada me reprendió por incluir el enunciado de su pregunta en la definición. No pude decir nada más. No sabía la lección.
Recuerdo esa anécdota al preguntarme ¿serás capaz de hacer un ensayo con poco “yo”? Intentaré contaros la incapacidad que siento cuando pretendo escribir ateniéndome a una estructura reglada. Y me pregunto ¿qué es un ensayo? “Un ensayo es …”
Siempre comienzo por leer y releer brillantes ejemplos de lo que quisiera lograr, envidio a sus autores. No logro una salida del atasco que me supone redactar “seco y serio”, académico, “como debe de ser”. Incluso en estos tiempos del todo vale y del tira que libras.
Hay tanta información, que podría utilizar sin dificultad un hábil “recorta y pega”. Lo intento. Busco titulares para temas de mucha actualidad “¿Ha venido el teletrabajo para quedarse?”.
Encuentro un informe de Iberdola, mesurado y objetivo, lo desmenuzo y me pierdo entre los trozos, al intentar hacer con ellos un puzzle distinto del original. No consigo cerrar un pequeño guión con su inicio, nudo y desenlace coherentes. No me funcionan las piezas sacadas de su contexto.
Cambio de táctica, comienzo con una pulcra definición de la Organización Internacional del Trabajo, “el teletrabajo es una actividad laboral que se realiza a distancia, en una ubicación alejada de una oficina central o de las instalaciones de producción, con la ayuda de las Tecnologías de la Información y la Comunicación”. Podré tirar de ese hilo pues parece ser que nuestra sociedad, así a bote pronto, se ha adaptado con sus ventajas e inconvenientes a esta forma de trabajar.
Los primeros nubarrones sobre el escenario laboral, aparecen con las competencias que no pueden adaptarse al teletrabajo, es evidente que no se podrá soldar desde casa. ¿Qué actividades económicas son esenciales y cuales no?
Acudí a la Clasificación Nacional de Actividades Económicas, buscando un esquema o una tabla de las profesiones, agrupadas por sectores productivos. Se me encendió la luz roja. Por aquí no hay salida … a los de mi generación nos es más fácil saber lo que no queremos que lo que queremos.
Descarto instrumentalizar, esta vez, al típico narrador que todo lo sabe y manejar un personaje de ficción creado ad hoc entre argumentos contrapuestos. Como una marioneta en un guiñol sobre el que sopla el huracán vírico. Sospecho que el lector enseguida captará los costurones del texto y en cuanto lean tres o cuatro párrafos, mis intenciones se les harán predecibles.
Refugiado en la cueva de internet me documento más y más hasta la sobredosis. En medio de una gran dispersión y después de casi perder el discernimiento, el ensayo termina por caer en apocalípticas conclusiones. Mascullo “ya pensaba yo que esto iba a terminar así”. Hago una pausa, preso en mi propia estulticia.
Claro, es cosa de exponer las cosas al ritmo adecuado, tener calma. Pero no logro concretar el ensayo, inmediatamente me justifico … con la que está cayendo los argumentos se vuelven líquidos, sufren cambios muy rápidos o se congelan de una forma insustancial.
Caigo en el escribir por escribir, pero quedo atrapado en un texto que no me convence. Intenté concluirlo de distintas formas, con frases de cierre tipo “el teletrabajo ha venido para quedarse pero ya estaba”. “La pandemia ha despertado a la bestia”.
Buscando otras fuentes me topé con “Teletrabajo, zoom y depresión: el filósofo Byung-Chul Han dice que nos autoexplotamos más que nunca”. Texto redondo y ajustado.
Negocio con mi vanidad y asumo mi fracaso. Dejo aquí este enlace que os invito a leer:
y a otra cosa mariposa. En realidad solo escribo para escuchar ese chivatazo murmurado desde los pupitres de las primeras filas de esta clase.
© 2021 Texto de Arturo García Fernández en 685 palabras.
Ese día resulta que no pude ir a clase, porque estaba enfermo; si no, si te hubiera pasado el chivatazo.
Metaensayo, sobre el ensayo… bienvenido al bucle melancólico
De alguna manera hay que intentar salir de él … no es un lugar creativo.
Bueno, nos encontramos ante un metaensayo en el que se reflexiona sobre la propia naturaleza del ensayo. Curioso. Efectivamente no sé si es un ensayo, pero es una descripción sobre el trabajo sucio que hay que hacer para escribir un ensayo: bucear por informes muy prolijos, consultar lejanos organismos, buscar bibliografía y hemeroteca…. Muchas veces parece que ya está todo dicho y que se ha dicho mejor, así que sobreviene el desánimo. Suerte la próxima vez!!! jajaj
Sergio C. Fanjul