En aquél Hospital
a la mañana siguiente
la puerta que detenía el llanto,
apareció entreabierta.
Se coló una fuerte luz
sobre su cama vacía.
¿Qué elegía elegir?
Si me contesto
vosotros seréis yo.
Recuperemos
nuestra memoria sin ancla,
tal vez con
humildad y absolución
tal vez con
vanidad y culpa.
Es mejor no mostrar
los trapos sucios
cuando sus pliegues
oculten ciertas intimidades.
Del fruto de lo sembrado
no me puedo quejar
no me quejo.
Pero siempre me quedará
esa sombra
de lo que he podido ser
y no he sido.
( 2020 Ejercicio basado en versos del poeta sevillano Javier Salvago)
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