Cuando el aliento de L.Cohen
empaña los cristales y el agua se abre en infinitas sendas.
Cobijado en huellas que voy encontrando con el temor de ser aplastado
copio sus versos.
Sin buscar una lógica
que pueda salvar
el abismo que se abre entre decir
te quiero y no decirlo.
Ni cuchillo, ni tijera, ni arancel ¡Corre, corre, que te pillo! Cuchillo. ¡No bajes por la escalera! Tijera. Vas a lomo de un corcel… Arancel. ¿Tuyo o mío? ¡No, de aquél! No quiero ver tu jeta. Tú lo juegas sin careta. Ni cuchillo, ni tijera, ni arancel. ...
V.2 ................................. Adiós, lápiz adiós, papel adiós, goma adiós. Bajo mi mano se mueve un pequeño ratón, su cola un cable su hocico un cursor. Controlador de luz inerte roedor de sombras opacas, ni el breve olor del queso...
Ahora no se dice se ha muerto. Se dice se ha ido, nos ha dejado. Y yo, hoy me he ido también con todos mis muertos. Pero sigo aquí. Pienso. Me gustaría acabar como los grandes ríos, en un estuario inmenso donde el agua dulce comienza a...
El aliento del Gran Leonard empañando los cristales… mientras recita su balada cerrando su tiempo (que figura más hermosa) Clossing time… Nada, absolutamente nada, puede salvar el abismo entre decir te quiero y no decirlo…
Pequeño el diamante, pero de muchos kilates…
Y porque no decirlo: Un abrazo (saltando el abismo)