Inicio 9 Columnas 9 Córdoba

Córdoba

Publicado el 8 de diciembre de 2022

Desde el Norte, entre  la luz que no amanece, las vacas te ignoran viendo pasar al tren y despiertan a las hormigas bajo la escarcha.

El bosque invernal cosquillea a la niebla. El paisaje se abre como una crisálida.

En Atocha, los sueños que caben en una maleta ruedan por el andén. La pátina urbana oculta el rastro de los que fueron destruidos aquí.

Ahora en el Sur, lo que permanece de tus murallas enmarca este lugar dónde resuenan las campanas, que ocultan al atardecer la llamada del muecín. Entre el blanco de la cal, el verde de un oasis y el rojo de la greda,

Al cabo de mil años casi nada hay de ti, pero las columnas aún están en pie y el Guadalquivir sigue fluyendo entra las islas de arena y las espesuras de adelfas y cañaverales, con la misma lentitud mitológica de los ríos sagrados.

¿A quién podría preguntar para saber qué ha sido del Jilãfat Qur.tuba?

 

© Fotografías de Arturo Joaquín

© Apuntes del libro la “Córdoba de los Omeyas” de Antonio Muñoz Molina.

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar

Vini Vinci

Érase un hombre a un color pegado  noche que deja huella  en la piel,  ego inflamado volcán de hiel  bravo bocazas verbo afilado.    Érase un balón de playa alado  espejo blanco brillo de cartel,  ciempiés con pecho de papel  noche que sepulta su legado.   ...

Cuando vuelvo al Avellanu

Cuando vuelvo al Avellanu Cuando vuelvo al Avellanu, trai´l monte olor a madre, nel ríu ya canta’l tiempu dexáu per outros llugares. El pañuelu que me disti, entá guarda tos sospiros, arrodíllense na ermita los años que nenos fuimos. Ay, Virgen del Avellanu lluz de...

Lo erótico y lo sorprendente

Azar y necesidad Mis vacaciones vagan por la música que mueve mis pies. El teléfono tienta, toca peces, sonríe la suerte con su saña. Este lunes lame a los diablos. El algodón acuna a los peces, las estrellas acolchan su silencio. La comida nada en la nada del mar,...