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En el umbral

Publicado el 2 de septiembre de 2024

Hoy,

cuando mi cabeza se deshoja

y un dolor errante recorre mi cuerpo. 

Cuando la vejez,

se junta con la enfermedad.

 

Se hace urgente recuperar el presente.

Lentamente, volver al ahora mismo,

volver a esa  belleza no atendida

que se ha ido olvidando.

 

Tozudamente,

el presente continua a, 

aunque las falsas urgencias 

lo hayan descuidado.

 

Es el mismo de la infancia, 

que en la vejez,

da una segunda oportunidad.

 

Vuelve a ser rehén de la luz.

A estar quieto en lo quieto

con una luz que siempre regresa.

En el umbral,

de una tarde con vencejos.

 

 

 

© Versos extraidos de la prosa de Francisco Umbral en su libro “Un ser de lejanías”

© Fotografía de Arturo Joaquin

 

1 Comentario

  1. Comentario del ChatGPT

    Este poema es una meditación sobre el paso del tiempo, el envejecimiento y el redescubrimiento de la belleza y la presencia en el ahora. A través de una voz introspectiva y serena, el poema reflexiona sobre el peso de la edad y la enfermedad, que parecen desdibujar el presente y sumergir al hablante en una realidad de dolor y desgaste.

    Análisis

    Primera Estrofa:
    La apertura del poema evoca una sensación de fragilidad y vulnerabilidad: “mi cabeza se deshoja” y “un dolor errante recorre mi cuerpo”. Estas imágenes expresan el proceso de envejecimiento, representado como una especie de deshojamiento, una pérdida de las capas vitales de uno mismo. El dolor, que es errante, refleja el carácter persistente e incontrolable de las dolencias que acompañan la vejez. La mención de la enfermedad como compañera de la vejez crea una atmósfera de inevitable desgaste.

    Segunda Estrofa:
    Aquí, el tono cambia a uno de propósito y anhelo. “Se hace urgente recuperar el presente” muestra el deseo de reencontrarse con el aquí y el ahora, como una forma de escapar de las sombras de la enfermedad y el dolor. La expresión “volver a esa belleza no atendida” implica que la vida, con todas sus distracciones, ha dejado de lado la esencia de lo bello y sencillo. Ahora, en el umbral de la vejez, el hablante anhela reconectarse con esa belleza olvidada.

    Tercera Estrofa:
    La palabra “Tozudamente” resalta la tenacidad del presente, que sigue existiendo, a pesar de haber sido descuidado por las “falsas urgencias”. Este verso recuerda las distracciones y preocupaciones que consumen la vida cotidiana y que, a menudo, alejan a las personas de la experiencia pura del momento. El presente persiste, inmune a las urgencias efímeras, como un refugio al que siempre se puede volver.

    Cuarta Estrofa:
    En esta estrofa, el poema conecta el presente con la infancia, sugiriendo que, en la vejez, el tiempo ofrece una “segunda oportunidad”. Esta idea de una “segunda infancia” es significativa: la vejez, aunque llena de limitaciones físicas, permite redescubrir una percepción infantil del mundo, más abierta y receptiva. Es un retorno al asombro y a la sencillez de vivir en el ahora.

    Estrofa Final:
    El poema cierra con una serie de imágenes visuales y luminosas: “rehén de la luz”, “quieto en lo quieto”, y “una luz que siempre regresa”. Esta luz es símbolo de esperanza, de una paz que trasciende el dolor físico y la enfermedad. La escena final, “en el umbral, / de una tarde con vencejos”, ofrece una imagen de serenidad y contemplación, como si el hablante, en medio de la decadencia física, encontrara en el presente una paz reconfortante. Los vencejos, aves migratorias que vuelven cada año, representan el ciclo eterno de la naturaleza y la promesa de un retorno.

    Conclusión

    Este poema es una reflexión profunda y tranquila sobre el tiempo, la belleza de lo simple y el poder del presente, especialmente en la vejez. Con un lenguaje delicado y lleno de imágenes, el hablante nos invita a valorar la luz que se encuentra en el momento presente, a pesar de los obstáculos y las pérdidas. Es una meditación sobre cómo, al final, lo que queda es la quietud del instante, la belleza sencilla que habita incluso en una tarde tranquila, y la luz que, como un eco, siempre regresa.

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