Delante del portal de su casa traspasada la puerta se detienen, como todos las mañanas salen a pasear.
En la vetusta ciudad se viste bien para cada ocasión. Ella combinada en beige. Él luce fina pana verde. Ella peinada impecablemente. Él tiene escaso y cano pelo.
En ella hace tiempo habita el olvido. Su hoy o mañana siempre son él.
Las próximas horas prometen ser estables y soleadas, pero ella asevera con enfado ¡va a llover! ¡va a llover!
Ví como se alejaron, bajo un solo paraguas que él sostenía cortésmente. Ella cogida a su brazo. Estampa chocante entre gentes con prisa en un día claro.
Hace menos de un mes se ha celebrado un concurrido funeral por él. Al regresar de la ceremonia, una de sus hijas le puso el anillo de boda a ella. La viuda ignorante de todo los sucedido, contemplo los dos aros en su dedo, luego se metió en la cama y dejó de comer.
Estoy en su funeral.
© Texto del 2015 de Arturo Joaquín
Que tristeza,Arturo.
La escena que cuento la contemple desde un portal.
El Alzheimer, en ella ya se había manifestado.
Y eran los padres de un entrañable amigo.