Esa niña de doce años no se siente acorralada, perdida ó sola. Ya no puede volver atrás porque la vida la empuja como un aullido interminable.
Lleva trenzas. Corretea por el parque. Sabe volver desde el Colegio a casa, siempre con la llave al cuello y su firmamento en la pantalla del móvil.
Tú destino está en los demás. Tu futuro es tu propia vida, tu dignidad es la de todos.
Por lo demás no hay elección y este mundo tal como es, será tu patrimonio. La vida es bella, ya verás como a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amor.
Yo aún estoy en el camino y siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti. Mientras tus trenzas desordenan las estrellas.
© Texto de Arturo Joaquín
Esa foto merece mayor tamaño
De acuerdo … ya está.
tu escrito me suscitó este pensamiento: La vida sería bella si no fuera por sus renglones torcidos…
La fotografía me los refrendó: Renglones torcidos de Dios
Juan me motiva "subir al blog" estos breves escritos saber que siempre estas ahí.
Buen despertar con palabras de Arturo. Gracias por compartir tus emociones y tus recuerdos.
Es muy agradable y reconfortable navegar por estas Aguas.
Un beso enorme.