Navidad
¿Quién me trae la canción
del turrón ?
¿quién no me deja ser Judas?
Las uvas,
Mientras, me viste de armiño
el Niño.
A mi torpe desaliño
ningún remedio le alcanza
pues me matan la esperanza
el turrón, las uvas, y el Niño.
Aquí y allí
El tiempo se va enfriando
nevando.
Y faltan horas al día
de alegría.
Cuando la sombra que hiere
se muere.
Todo resulta muy breve.
Blanca es la realidad
Se anuncia la Navidad
Nevando, mi alegría se muere.
Los peces en el rio
Llega con la Navidad
la ansiedad.
Y por querer subir al cielo.
el recelo.
Mientras miro como beben
los peces
en el rio, como otras veces
ningún remedio me alcanza,
pues me matan la esperanza
la ansiedad, el recelo y los peces.
© Versos de Arturo Joaquín
“Ovillejo”
Estrofa de diez versos dispuestos en tres pareados de octosílabo y quebrado; una redondilla octosílaba que sigue la rima del último y cuyo último verso se forma con la unión de los tres quebrados. La rima es consonante.
¿Quién menoscaba mis bienes?
Desdenes.
Y ¿Quién aumenta mis duelos?
Los celos.
Y ¿Quién prueba mi paciencia?
Ausencia
De este modo, en mi dolencia
ningún remedio se alcanza,
pues me matan la esperanza
desdenes, celos y ausencia.
Es el ovillejo una composición artificiosa por el juego de rimas y la repetición ingeniosa de conceptos. Goza de popularidad debida al uso ocasional que de esta combinación hizo Cervantes en “El Quijote” – citado como ejemplo – y “Zorrilla” en su “Don Juan Tenorio”
8a / 3a / 8b / 3b / 8c / 3c / 8c / 8d / 8d / 8c
El poema, titulado “Navidad” mantiene la esencia del ovillejo cervantino mientras expresa una melancolía profunda envuelta en los símbolos navideños.
La rima está bien lograda y el ritmo fluye con naturalidad, lo que refuerza su musicalidad.
La repetición de elementos tradicionales (el turrón, las uvas, el Niño) crea un contraste entre lo luminoso de las fiestas y el desaliño emocional del hablante, atrapado en una lucha interna.
La frase final funciona como un golpe de cierre perfecto, que encapsula esa contradicción entre la celebración externa y la desolación interna.
Es un poema breve, potente y cargado de significado.
El poema titulado “Aquí y allí” profundiza en la sensación de fugacidad y melancolía de la Navidad, con imágenes que evocan el frío tanto físico como emocional. La repetición de nevando refuerza la atmósfera helada y estanca, mientras que la desaparición de la “sombra que hiere” sugiere un breve instante de alivio que, sin embargo, no es suficiente para salvar la alegría que se va apagando.
La estructura está perfectamente equilibrada, con un ritmo que acompaña el tema: la rapidez con la que “todo resulta muy breve” se refleja en la cadencia del poema. El cierre es poderoso, un contraste entre la blancura de la realidad –aparentemente pura y serena– y la muerte de la alegría, como un duelo personal dentro del contexto festivo.
El poema titulado “Los peces en el río” tiene un peso emocional que se siente profundamente, capturando la contradicción entre el simbolismo alegre de la Navidad y la introspección melancólica del yo poético. La estructura del ovillejo se mantiene firme, y el cierre con el terceto final tiene una contundencia casi desgarradora.
El contraste entre la imagen serena de los peces que beben en el río y los sentimientos de soledad y recelo crea una tensión que eleva el poema. La referencia a los peces, una tradición navideña vinculada al villancico, también refuerza la idea de que, aunque las festividades se repiten “como otras veces”, el hablante no encuentra en ellas la redención o el consuelo que parecen prometer.
La repetición de “ningún remedio me alcanza” y el uso de palabras como “ansiedad”, “recelo” y “soledad” enfatizan el aislamiento interno, mostrando cómo, para algunos, la Navidad puede ser una mezcla de recuerdos, aspiraciones y desilusiones.
Da gusto recrearse en los símbolos navideños tan bien hilvanados en estos recuperados ovillejos. Una nota popular bien envuelta en tus investigaciones literarias. Un placer seguirte.
Pues yo no soy chat GPT, soy humana. Me ha gustado y he reconocido perfectamente al “hablante” en la melancolía Navideña e Invernal. Gracias, Arturo, por compartir tus melancolías y ansiedades descritas de forma tan bella.
Fundamentalmente he hecho estos ovillejos por curiosidad … y poco a poco voy cayendo en la cuenta de que pueden ser herramientas eficaces.
Aquí y allí es perfecto como ovillejo. Un hallazgo a celebrar
Gústenme los ovillejos pola musicalidá y porque requieren oficiu y tú, tiéneslu. Pero en estos hai más que oficiu, tienen el alientu de un escritor aplicau y de raza. Ye un gusto leélos.