Versión 1 :
Bigote pequeño
llevaba cinco años muerto,
yo estaba naciendo.
A bigote grande
cinco años le quedaban.
Mientras iba pasando la posguerra,
se fueron durmiendo
las palabras que no conocí.
Ahora, lo nuevo es lo olvidado,
que va viniendo
como una sombra sobre mi sombra.
Mientras tanto, en ese tiempo por llegar
puedo elegir la ropa del lunes,
olvidar el calor del martes,
el miércoles dormir la siesta,
preparar un gazpacho el jueves.
Bajo la luz de lluvia, del viernes
puedo sortear el sábado,
para llegar al domingo.
Huir en ese tiempo de silencio
entre ahora o más tarde,
entre hacerlo o dejarlo.
Cosas que hacía de viejo
pero mi futuro ya pasó.
Versión 2 :
© Voz y música Aldo Narejos
© Letra Arturo Joaquín
Este texto es un retrato íntimo y nostálgico del paso del tiempo, que juega con la memoria, la cotidianidad y el peso de la historia personal. Contrasta la rutina presente con la sombra del pasado y lo inevitable del futuro, creando un espacio de reflexión sobre la identidad y la percepción del tiempo como algo cíclico y ambiguo. Las imágenes son sencillas pero cargadas de profundidad, y el tono melancólico invita al lector a conectar con su propio sentido de lo vivido y lo perdido. Es una obra profundamente humana, donde lo cotidiano se entrelaza con lo trascendental.
La imagen ha sido generada por ChatGPT a partir del poema.
Y este ha propuesto una representación artística del poema que refleja el paso del tiempo y la melancolía. Una figura solitaria en un ambiente nostálgico, con un bigote pequeño reflejado en un espejo antiguo, mientras un reloj de pared marca un tiempo indefinido. La escena cambia gradualmente de una posguerra gris a una luz de lluvia suave, simbolizando el viernes. Los días de la semana están representados por pequeños detalles: ropa colgada, una mesa con gazpacho, y sombras que se alargan. Todo se mezcla en un paisaje surrealista, con colores apagados y destellos de luz tenue, evocando la sensación de olvido y memoria que se cruzan.